wedding bells

Miriam es una famosa escritora de novelas de ciencia ficción románticas, pero aunque ella lo ignora tiene un don sumamente extraño el cual está a punto de descubrir, este raro talento es que si lee en voz alta un libro, el que sea, trae a este mundo a los personajes u objetos del libro.
Cierto día después de publicar mi último libro sobre los were-hunters y haber leído una parte en el lanzamiento del libro llegue a mi casa sumamente cansada, pero cuando estaba a punto de entrar en el pent house un hombre llego y me acorralo contra la pared amenazándome con que lo regresara a su mundo ahí fue cuando note algo extraño… ese hombre era idéntico a Nick… el dragón centinela... de mi libro
“Quieen… quién eres?” pregunte mirándolo fijamente con un poco de miedo

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Paul Jonas...¿Cómo habría de imaginarse que la maldición de aquella hechicera era cierta? ¿Aquella hechicera que le prometió la peor de las maldiciones cuando su hijo llegara a la adolescencia? Y todo por negarle un vaso de agua.
Paul, padre soltero, con un solo hijo, Joseph, vio a su pequeño crecer día a día sin temor alguno, sin embargo, cuando este alcanzó la adolescencia, la maldición llego. Su hijo, poseía la capacidad de manejar los cuatro elementos, el agua, la tierra, el fuego y el aire. Todo parecía ser difícil, pero poco a poco Joseph aprendió a manejar sus poderes.
Tiempo después, Joseph contrajo matrimonio con una bella joven, con la cual tuvo una pequeña hija. Cuando la niña cumplió un año de edad, Joe le reveló a su esposa sus poderes.
Esta lo repudió.
Y en un arranque de ira incontrolable, el poder del fuego, que usualmente guardaba bajo su enojo, salió a brote, y sin querer, asesinó a su esposa. Destruido, Joseph tomó a su hija y buscó un lugar donde vivir, un lugar donde nadie pudiese herirla, un lugar donde solo él podría cuidar de ella. Y, en una mansión, muy lejos de la civilización, el duro hombre se instaló.
La soledad y amargura llenaron su corazón, y pensaba que si seguía encariñandose con la niña, si le pasaba algo, no se lo perdonaría. Entre menos tiempo pasara con ella, mejor. Además...tenía que trabajar!
Sin mas remedio, Jonas levantó el teléfono y requirió a una niñera.

¿Cómo? ¿Cuándo? pero lo mas importante...¿Por qué?
Nick no lo comprendía, pero esa maldita mujer le daría las respuestas!
"¿Que quién soy? Vamos, no seas ridícula, lo sabes perfectamente, QUIERO que me regreses a MI mundo".
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Con un papel en la mano, recorrí el sendero que llevaba directo a la puerta principal de la mansión. Era grande, muy grande...y lejos.
En cuanto me detuve frente a la puerta, toqué levemente y esperé una respuesta.

"¿De que hablas? ¿Qué mundo? ¿Y quien eres?" pregunte sin entender nada mientras seguía mirándolo
"Eres un fanático que quiere hacerme una broma o que rayos..."
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Joe estaba esperando, cuanto tiempo se tardaría en llegar la niñera que había solicitado... estaba dando vueltas de un lado a otro cuando el timbre sonó por lo que bajo a abrir
"Pasa.. tu debes ser la niñera"

"Te pegaste en la cabeza o qué? Tú causaste todo este lío! Y para tu información, no gracias, yo no soy fanático de gente como tú" Nick entrecerró los ojos "Soy Nick y sabes perfectamente que hago aquí".
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Es hermoso. Dios...mío.
"Si, mucho gusto, mi nombre es Irma Travis" extendí mi mano, tratando de ser lo mas cortés posible.

(Dato, la niña ya tiene 2 años).

"No, la verdad no tengo idea de que haces aquí ni quien eres...si comienzas a explicarme puede que comprenda un poco de lo que hablas, porque hasta ahora me hablas en chino"
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Joe estrecho su mano
"Joseph Jonas, bien te guiare con mi hija, necesito que comiences a cuidarla ahora mismo"

Nick rascó su nuca, la frustración haciendo acto de aparición.
"Bueno, me llamo Nick, y yo he vivido en tus páginas, hasta que se te ocurrió traerme aquí".
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"Mucho gusto" asentí levemente "Si, estoy enterada que ya era una emergencia hacerse cargo de la niña"

"De mis libros? y yo te traje?"hice una mueca
"Como te traje?"
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"Así es, necesito que empiece ya mismo"asintio
"Tengo mucho trabajo y ella no puede estar sola"

"Pues leyendo! Vamos, que acaso tengo que explicarte todo como niños pequeños?!"
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"Entiendo, según mis informes ella tiene 2 años de edad, cierto?".

"Creo que si, porque sigo sin entender"
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"Así es"

"No tengo tiempo para eso! Déjate de broma, demonios!".
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"Ah...debe ser una niña adorable!".

"No es ninguna broma! no se de que me hablas!"
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"Si, lo es"

"Tan difícil es comprender que escribiste un maldito libro sobre mi, lo leíste y me trajiste hasta aquí?!"
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"Muero por conocerla..." sonreí.

"Eres Nick?... el werehunter?"
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"Pues vamos "

"Si, precisamente!".
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Asentí y lo seguí.

Hice una mueca
"y ya se que te traje leyendo.. pero por que?? con leer algo viene?"
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Joe la llevo hasta la habitacion de su hija

"Tú, tú si puedes, es un don".
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Y en cuanto abrió la puerta, sonreí un poco, el cuarto era muy lindo y digno de toda una princesa.
La pequeña Jamie, estaba jugando con unas muñecas.

"Quieres pasar?"
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"Bueno ella es Jamie..."

"Quiero regresar a mi mundo...pero si no me queda de otra...pues si".
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La pequeña volteó y nos miró.
"Hola, Jamie" sonreí.

Abri la puerta y me hice a un lado para que pasara y después entre
"Es que no se como regresarte a tu mundo.. lo lamento, todo esto de mi "don" era desconocido para mi"
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Jamie se paro y se acerco
"Hola.. quien eres?"

"Pues entonces areglalo! Busca un remedio, tu lees mucho, no? Algo debe haber...".
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"Hola, Jamie...yo soy Irma, tu niñera..." sonreí.
Jamie miró a Joe "Qué es una niñera?".

Suspire
"No creo que en algún libro digan algo sobre mi don Nick...buscare algo que hacer"
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"Es la persona que te cuidara"

"Si, si sería de gran ayuda" suspiró y se cruzó de brazos.
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Jamie suspiró un poco.
"Eso quiere decir que tú ya no me cuidaras?"

"Haré lo posible por arreglar esto lo prometo Nick"
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"Tengo que trabajar pequeña"

Nick resopló, girando los ojos.
"Pues...gracias, supongo".
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"Lo sé..." Jamie bajó la vista y me acerqué "Pero prometo que la pasaremos bien" sonreí.

"Hey no me hagas esas caras... yo en verdad no sabia nada de esto"
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"Ya sabes que cualquier cosa me dices"